La Evaluación Global del Metano, producida por la Climate and Clean Air Coalition (CCAC) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), muestra que las emisiones de metano causadas por el hombre se pueden reducir hasta en un 45% en esta década.
Tales reducciones evitarían casi 0.3°C de calentamiento global para 2045 y serían consistentes con mantener al alcance el objetivo del Acuerdo Climático de París de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 grados Celsius (1.5˚C).
Esta evaluación, por primera vez, integra los costos y beneficios del clima y la contaminación del aire de la mitigación del metano. Dado que el metano es un ingrediente clave en la formación de ozono a nivel del suelo (smog), un poderoso factor climático y un peligroso contaminante del aire, una reducción del 45 por ciento evitaría 260 muertes prematuras, 000 visitas al hospital relacionadas con el asma, 775 millones de horas de mano de obra perdida por el calor extremo y 000 millones de toneladas de pérdidas de cosechas al año.
La Evaluación Global de Metano se complementa con herramientas y recursos adicionales, incluido el informe de referencia GMA 2030 que incluye una caracterización más completa de las futuras emisiones de referencia.
Principales conclusiones
LAS EMISIONES ESTÁN AUMENTANDO
La concentración atmosférica de metano ha más del doble desde tiempos preindustriales.
Metano solo es superado por el dióxido de carbono (CO2) en la conducción del cambio climático. Más de la mitad de las emisiones globales de metano provienen de actividades humanas en tres sectores: combustibles fósiles (35 % de las emisiones causadas por el hombre), desechos (20 %) y agricultura (40 %).
El potencial de mitigación en diferentes sectores varía entre países y regiones.
La mayoría de los principales potenciales de reducción se pueden lograr a bajo costo, menos de 600 dólares por tonelada de metano, especialmente en el sector de residuos y el subsector del carbón en la mayoría de las regiones y el subsector del petróleo y el gas en América del Norte.
Tenemos oportunidades para actuar ahora.
La vida atmosférica relativamente corta del metano, combinada con su fuerte potencial de calentamiento, significa que las acciones para reducir las emisiones puede proporcionar beneficios en unas pocas décadas.
Una acción rápida ayudaría a limitar los bucles de retroalimentación climáticos peligrosos, al tiempo que brindaría importantes beneficios económicos y de salud al reducir ozono troposférico.