Soluciones de contaminantes climáticos de vida corta
Contaminantes climáticos de vida corta - incluyendo carbono negro, metano, hidrofluorocarbonosy ozono troposférico – son contaminantes del aire con un potencial de calentamiento global mucho mayor que el del dióxido de carbono. También tienen un impacto significativo en la seguridad alimentaria, hídrica y económica de grandes poblaciones en todo el mundo, tanto directamente a través de sus efectos negativos en la salud pública, la agricultura y los ecosistemas, como indirectamente a través de su impacto en el clima.
La vida atmosférica relativamente corta de los contaminantes climáticos de vida corta, combinada con su fuerte potencial de calentamiento, significa que las estrategias para reducir las emisiones pueden entregar beneficios climáticos y de desarrollo en cuestión de décadas.
Las emisiones de carbono negro pueden reducirse 70% a nivel mundial para 2030, las emisiones de metano pueden reducirse 40% a nivel mundial para 2030, y los HFC pueden reducirse 99.5% por 2050.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) han identificado un paquete de medidas de control para reducir los contaminantes climáticos de vida corta que pueden alcanzar el 90 % de las reducciones potenciales de emisiones totales anteriores para el carbono negro, el metano y los HFC. Muchas de estas medidas implican tecnologías y prácticas rentables que ya existen.
Si se implementan rápidamente, estas medidas pueden reducir la cantidad de calentamiento que se produciría durante las próximas décadas hasta en 0.6 °C, evitando al mismo tiempo 2.4 millones de muertes prematuras por contaminación del aire exterior anualmente para 2030 y previniendo 52 millones de toneladas de pérdidas de cultivos por año.
La siguiente lista describe una gama de actividades no exhaustiva y en constante evolución dirigidas a contaminantes individuales y sectores emisores clave.
