Municipios, Mercados y Reducción de Residuos de Metano en Argentina

by CCAC Secretaría - 8 agosto, 2023
Los proyectos piloto en sectores clave de producción de desechos orgánicos están destacando el potencial para aumentar la mitigación del metano residual en todo el país.

En los últimos años, la tecnología mejorada para monitorear las emisiones de metano ha resaltado la escala del desafío en el sector de los desechos. En algunas ciudades importantes como Buenos Aires, Argentina, se estima que hasta el 50% de las emisiones de metano se derivan de la descomposición de residuos orgánicos en vertederos. Los desechos orgánicos a nivel mundial comprenden casi el 20% de las emisiones de metano derivadas de humanos.

Los esfuerzos para frenar las emisiones de metano de los desechos orgánicos son uno de los contaminantes climáticos de vida corta de Argentina (SLCP) prioridades, y Argentina ha emprendido una serie de iniciativas de reducción de metano como parte de sus acciones bajo el Global Methane Pledge.

La CCAC ha estado apoyando al gobierno de Argentina para encontrar soluciones a los desafíos de los desechos orgánicos desde 2021. Se lanzaron dos proyectos para mejorar la capacidad de las autoridades locales, los agricultores y los mercados para establecer sistemas sostenibles de desvío y procesamiento de desechos orgánicos. Ahora que llega a la etapa de prueba de viabilidad y escalabilidad, el proyecto más reciente, Supporting Argentina from NDC to Action - Methane Reductions through Organic Waste Diversion & Use, está revelando éxitos y desafíos que informan los esfuerzos para reducir significativamente las emisiones de metano de los desechos orgánicos.

Implementado por el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de Argentina, el proyecto incluye trabajo de desvío y procesamiento de desechos orgánicos en tres sitios piloto, así como trabajo de capacitación y capacitación en 41 municipios a nivel nacional hasta la fecha, y se espera que más municipios participen a medida que el proyecto continúa.

Los sitios piloto incluyen dos mercados mayoristas de frutas y verduras, los mercados de Buenos Aires y Escobar que operan una instalación de compostaje y un digestor anaeróbico de desechos, respectivamente, así como la planta de tratamiento de aguas residuales de Luján que recibe aguas residuales de camiones cisterna.

El mercado de Buenos Aires es el más grande del país y ha sido el más exitoso en la gestión de su sistema de desvío y procesamiento de residuos orgánicos. Al ofrecer tarifas con descuento a los vendedores ambulantes, el mercado desvía los desechos orgánicos en dos flujos: uno para alimentos que las organizaciones benéficas pueden usar para alimentar a los más vulnerables de la ciudad, y otro para desviar alimentos insalvables a una instalación de compostaje. Desde 2020, el mercado ha logrado desviar 4,230 toneladas de residuos orgánicos a disposición final en el vertedero y producir 3,000 toneladas de compost, que de otro modo se habría descompuesto y producido gas metano. Este compost se dona a los agricultores en las áreas que abastecen al mercado ya los municipios que aportan desechos verdes agrícolas a la instalación de compostaje para proporcionar un equilibrio eficiente de carbono y nitrógeno en el digestor. 

Separación de residuos orgánicos en el Mercado de Buenos Aires

En el Mercado Escobar se han desviado de disposición final 230 toneladas de residuos orgánicos desde 2021, y en la planta de tratamiento de aguas residuales de menor escala de Luján se han desviado 36 toneladas de lodos cloacales en lo que va de 2023. El biodigestor ubicado en el Mercado Escobar está clasificado como un biodigestor de mediano volumen, con una capacidad máxima de tratamiento de cuatro toneladas por día. Los residuos del mercado de Escobar, que aún no está funcionando a plena capacidad, ya son suficientes para proporcionar electricidad al mercado durante ocho a 12 horas por día.

Hasta ahora, el apoyo técnico a los municipios ha incluido tres componentes principales. El primero de ellos es dar a conocer el Programa Nacional de Valorización de Orgánicos (PROVO) que se aprobó en enero de 2023 y estableció vías para la valorización de residuos orgánicos.

El segundo aspecto de los objetivos del proyecto en los municipios es fortalecer el intercambio de conocimientos entre diferentes actores en cada área, incluidas industrias, vertederos, mercados, universidades e institutos de investigación. El tercero es ayudar a evaluar y desarrollar planes municipales para el financiamiento, la infraestructura y la capacitación necesarios para establecer una separación y un procesamiento efectivos de los desechos. De los 41 municipios visitados hasta el momento, solo ocho cuentan con plantas de compostaje.

El financiamiento es la principal barrera para mejorar los sistemas de desechos municipales, tanto en la inversión inicial como en el mantenimiento de las operaciones de la planta a través de la venta de compost, biogás y productos líquidos. Para responder a esto, un objetivo clave del proyecto ha sido establecer la sostenibilidad financiera y la valorización del desvío de residuos orgánicos para todas las partes interesadas involucradas. Hasta el momento, el modelo de incentivos utilizado en el mercado de Buenos Aires ha sido el mecanismo de financiación más sostenible y se sustenta en las tarifas que pagan los vendedores ambulantes, así como en otros ingresos recaudados por el mercado.

 

El biodigestor en el Mercado de Escobar

Según Patricia Fernández Cañas y Walter Ordinas, asesores que brindan apoyo técnico al proyecto, vincular el financiamiento de la banca de desarrollo a los municipios, en lugar de solo al gobierno nacional, sería un paso importante para superar los requisitos de inversión inicial. De manera similar, reformar los estándares para registrar la venta de productos de compost a partir de desechos orgánicos, para que el mercado sea más accesible para los proveedores locales, también ayudaría a respaldar adecuadamente los mercados domésticos competitivos de compost. En la actualidad, los desafíos en el registro de compost por calidad y seguridad han contribuido a dificultar la sostenibilidad financiera del tratamiento de residuos orgánicos.

“Al tratar el 50% de los residuos generados -la cantidad estimada de residuos orgánicos municipales valorizables en Argentina-, la proporción más compleja y valiosa de los residuos municipales puede generar una rentabilidad, además de beneficios sociales y ambientales”, dijeron Fernández Cañas y Ordinas. Incluyendo las instalaciones privadas, se estima que más de un millón de toneladas de desechos orgánicos se compostan actualmente en Argentina cada año.

“El apoyo recibido de la CCAC ha sido importante, ya que impulsó la creación del Programa Nacional de Valorización de Orgánicos con objetivos a nivel federal. También permitió promover la adhesión al Plan de Compostaje institucional de aquellas organizaciones públicas y privadas que están desarrollando prácticas de compostaje en sus sedes”, dijo la Coordinadora de Proyectos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Mariana Tognetti.

La próxima fase del proyecto buscará establecer datos sobre las reducciones de metano que se evitan como parte de esta actividad. Las reducciones potenciales estimadas en la planificación del proyecto se sitúan en 1.7 millones de toneladas de metano evitadas en el plazo de ejecución de tres años.

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