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- Hoja de ruta del SICA fortalece la capacidad climática y de aire limpio de Centroamérica
Dada la naturaleza transfronteriza de la contaminación del aire y el cambio climático, la integración y la cooperación regionales son acciones cruciales que los países pueden tomar para amplificar sus esfuerzos para reducir los contaminantes climáticos de vida corta y mitigar el calentamiento global.
El Sistema de Integración Centroamericana (SICA) sirve como el principal marco institucional para la integración regional en Centroamérica. Hasta hace poco, pocos países de la región habían desarrollado y establecido una legislación sólida que abordara los vínculos entre el cambio climático, la calidad del aire y la salud. En 2022 el SICA desarrolló una hoja de ruta para la implementación del Programa Regional Integrado Centroamericano sobre Cambio Climático, Calidad del Aire y Salud (la Hoja de Ruta) con CCAC apoyo.
La hoja de ruta se benefició de una sólida colaboración entre la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) y el Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica y República Dominicana (SE-COMISCA). Esta sólida asociación resultó en una participación activa y un alto involucramiento de todos los miembros del SICA.
La Hoja de Ruta identifica sistemas nacionales coordinados y sólidos de gestión de la calidad del aire, entre otros, como esenciales para evaluar los riesgos para la salud de la contaminación del aire y permitir SLCP mitigación en la región.
Junto con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Instituto de Aire Limpio y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el CCAC ha estado apoyando el proyecto Centroamérica - Logro de los Objetivos de Calidad del Aire, Clima y Salud (el Proyecto) como seguimiento al desarrollo de la hoja de ruta.
Este Proyecto acerca la Hoja de Ruta un paso importante hacia su implementación al establecer un marco legal unificado para la gestión de la calidad del aire en todos los países del SICA, mejorar las redes de monitoreo de la calidad del aire y fortalecer la capacidad de las autoridades locales para implementar medidas de calidad del aire de manera coordinada.
Las consultas iniciales con representantes de los ministerios de salud y medio ambiente de ocho países pusieron de relieve dificultades comunes en la coordinación interministerial, que este proyecto abordó con éxito. Sin embargo, sigue siendo necesario contar con mecanismos más universales y coherentes para responder eficazmente a los problemas de contaminación del aire, tanto agudos como crónicos.
El Proyecto encontró que sólo cinco países tenían estándares de calidad del aire que establecían las concentraciones mínimas recomendadas para la protección de la salud pública. Además, la mayoría de los países carecían de guías adecuadas para el diseño, implementación, operación y vigilancia de programas de monitoreo, incluidas normas para el tipo y las características de los datos necesarios para la evaluación de la calidad del aire.
Además, la ausencia de marcos legales para apoyar el monitoreo y la implementación de la calidad del aire, los desafíos importantes incluyeron financiamiento insuficiente y capacitación formal para el personal.
En respuesta, Clean Air Institute, como implementador del proyecto, se centró primero en fortalecer la red para la coordinación y comunicación entre todas las partes interesadas. Para mantener un diálogo abierto, el proyecto organiza reuniones mensuales con autoridades del SICA y socios implementadores, y reuniones trimestrales con puntos focales de país. Este enfoque también aborda las preocupaciones sobre el mantenimiento de la agencia y la autonomía del gobierno durante el proceso de integración regional.
“La mayoría de los países del SICA inicialmente temieron perder autonomía en su toma de decisiones al participar en un proyecto regional. Sin embargo, una vez que se dieron cuenta de que alinear los datos regionales y aprovechar la asistencia técnica de expertos agilizaría el proceso y beneficiaría a todas las partes interesadas, fuimos testigos de un compromiso total”, dijo Stephanie Montero, experta en salud y calidad del aire del Clean Air Institute.
La implementación del Proyecto dentro de los marcos existentes del SICA ayuda a alinear las agendas climáticas y de aire limpio con la voluntad política, fomentando acciones coordinadas en sectores como el transporte y los residuos.
Reconociendo las sensibilidades de las prerrogativas y necesidades nacionales, el Proyecto ha desarrollado pautas modelo para desarrollar legislación sobre calidad del aire que establecen estándares mínimos que los países pueden adaptar a sus capacidades y requisitos específicos. Uno de los resultados de una mayor colaboración regional e intraministerial a lo largo del proyecto es un compromiso fortalecido para abordar la intersección del cambio climático, la contaminación del aire y la salud pública.
“Si bien la Hoja de Ruta proporciona una base para que el Consejo de Ministros alcance un consenso sobre acciones regionales, debemos continuar una serie de consultas con los países para desarrollar de manera colaborativa todas las actividades. La acción en materia de clima y calidad del aire sigue siendo una de las principales prioridades del Consejo. Este año, ciudades de Guatemala, Honduras y Nicaragua registraron niveles de partículas que superaron significativamente los umbrales críticos”. dijo Carlos Alberto González, Coordinador de Proyectos y Asesor en Temas de Calidad Ambiental de la CCAD.
“Hemos sido testigos de un aumento en la intensidad de los incendios forestales en la región a lo largo de este proyecto, lo que subraya la relevancia de nuestro trabajo para las partes interesadas involucradas. Esta situación ha aumentado el reconocimiento entre los equipos ministeriales del SICA de la urgente necesidad de mejorar la calidad del aire”, afirmó Montero.
Además de los incendios forestales, otros sectores críticos incluyen el transporte, la gestión de residuos y la energía doméstica. En el sector del transporte, la topografía regional, la baja calidad del combustible y los estándares de emisiones (principalmente Euro 4) contribuyen a una importante contaminación del aire relacionada con el tráfico. La deficiente infraestructura ferroviaria y de transporte público ha dado lugar a una gran flota de vehículos sin controles de emisiones de vehículos.
Para la mayoría de los países del SICA, crear un marco legislativo sólido implica establecer estándares claros de calidad del aire y desarrollar un sistema de monitoreo de la calidad del aire. El Proyecto ayuda a los países a alinear sus estándares de calidad del aire PM2.5 con el objetivo provisional 4 de las Directrices Mundiales de Calidad del Aire de la OMS. Además, se enfoca en crear una estrategia regional de calidad del aire y proporcionar especificaciones detalladas para la instalación de una estación de monitoreo, desde configuraciones básicas hasta avanzadas.
Para consolidar la acumulación de capacidad de gestión de la calidad del aire y recursos humanos dentro de los ministerios de salud y medio ambiente de los países del SICA, el proyecto también ha desarrollado un curso en línea sobre clima, gestión de la calidad del aire y salud. Codiseñado por el PNUMA y la OPS, este curso se implementará por primera vez de julio a septiembre de 2024 para casi 50 funcionarios gubernamentales de los países del SICA. Después de este lanzamiento inicial, el curso estará disponible para los participantes en todo el mundo.
“Tras la evaluación de la situación, la recopilación de datos y el desarrollo de capacidades, asegurar la financiación es el siguiente paso fundamental para implementar plenamente la Hoja de Ruta. Las autoridades del SICA han priorizado la mejora de la calidad del aire y somos optimistas de que se asignarán fondos suficientes para apoyar el desarrollo de capacidades en curso y proporcionar los recursos necesarios para monitorear y controlar las fuentes clave de contaminación del aire”, dijo Montero.