Un análisis de los esfuerzos para aumentar la energía doméstica limpia para cocinar en todo el mundo

Aproximadamente 3 mil millones de personas, la mayoría de las cuales vive en Asia, África y las Américas, dependen de combustibles sólidos (es decir, madera, desechos de cultivos, estiércol, carbón vegetal) y queroseno para sus necesidades de cocina. Se estima que la exposición a la contaminación del aire doméstico por la quema de estos combustibles es responsable de aproximadamente 3 millones de muertes prematuras al año. Los combustibles más limpios, como el gas licuado de petróleo, el biogás, la electricidad y ciertos combustibles de biomasa comprimida, tienen el potencial de aliviar gran parte de esta importante carga para la salud. Se está implementando una amplia variedad de programas de intervención de cocina limpia en todo el mundo, pero muy pocos de estos esfuerzos se han analizado para permitir el aprendizaje global. La Red Científica de Implementación de Cocina Limpia (ISN), con el apoyo de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EE. UU. y sus socios, identificó la necesidad de aumentar la literatura disponible públicamente sobre lo que ha funcionado bien y en qué contexto. La ISN ha apoyado el desarrollo de un conjunto sistemático de estudios de casos, incluidos en este número especial, que examinan los programas de cocina limpia en una variedad de entornos de ingresos bajos y medianos en todo el mundo. Utilizamos el marco RE-AIM (alcance, eficacia, adaptación, implementación, mantenimiento) para coordinar y evaluar los estudios de caso. Este documento describe el proyecto de estudios de caso de cocina limpia, presenta los estudios individuales contenidos en este documento y propone un modelo conceptual general para apoyar la futura planificación y evaluación de programas de energía doméstica.