A medida que los países eliminan los hidroclorofluorocarbonos (HCFC) en virtud del Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono, a menudo tienen que elegir entre alternativas de HFC con alto potencial de calentamiento atmosférico y, cuando estén disponibles, alternativas más respetuosas con el clima. Según las alternativas seleccionadas, el aumento de las emisiones de HFC podría compensar en parte los beneficios climáticos logrados por la reducción anterior de las emisiones de sustancias que agotan la capa de ozono (SAO) en virtud del Protocolo de Montreal.