Combatir el carbono negro: cómo aprovechar rápidamente los beneficios del clima y el aire limpio

Reducir el carbono negro, junto con otros supercontaminantes, es la manera más rápida y eficaz de lograr beneficios climáticos casi inmediatos, a la vez que mejora la calidad del aire, la salud pública y la economía. La justificación para actuar es clara: existen soluciones comprobadas para reducir las emisiones rápidamente y a gran escala, pero es esencial una mayor atención y urgencia.

Centrarse en las fuentes de carbono negro, caracterizadas por combustibles contaminantes y una combustión ineficiente, ofrece la oportunidad de generar rápidamente beneficios sustanciales en materia de clima, salud y justicia social. Al priorizar las regiones y comunidades más afectadas, desde los miles de millones de personas que dependen de combustibles contaminantes en sus hogares hasta las poblaciones indígenas del Ártico y quienes viven en zonas propensas a incendios forestales, podemos lograr avances significativos tanto en la mitigación del cambio climático como en la mejora de la calidad de vida. Junto con una descarbonización profunda, un enfoque específico en el carbono negro integra las acciones contra el cambio climático y el aire limpio, permitiendo que los esfuerzos en un área amplifiquen el progreso en la otra.